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“Lo que distingue al discurso del capitalismo es esto: verwegung, el rechazo, el rechazo fuera de todos los campos simbólicos…El rechazo de qué? De la castración. Todo orden, todo discurso que se entronca con el capitalismo deja de lado lo que llamamos simplemente las cosas del amor, amigos míos. Ven eso eh? No es poca cosa! (Lacan, J. 1972/2012, p. 106)

Lacan plantea una mutación del discurso del amo, que da lugar al discurso capitalista. Allí se piensa en un sujeto que está bajo una lógica nueva y que plantea ciertas rupturas con las modalidades de lazo previas. La característica central que Lacan presenta en esta cita es que estas nuevas modalidades de lazo están deshabitadas de lo imposible, porque eso es lo que es rechazado en este discurso, y en este punto es que quedan desalojadas las cosas del amor. ¿Por qué a los psicoanalistas les interesa pensar que este rechazo de la castración, deja de lado el amor? El interés radica en pensar a la luz de otra cita del mismo autor la posición que es ubicado el concepto de inconsciente: “…si el inconsciente es lo que les dije…, o sea un saber, todo lo que quería decirles este año a propósito de los no incautos que yerran, es que quien no está enamorado de su inconsciente, yerra. (Lacan, J. 1973)

Ese amor en el inconsciente es una forma de creencia en el mismo, y es desde esa creencia que el inconsciente existe. Esta existencia del inconsciente es lo que hace posible leer el síntoma del sujeto bajo otras coordenadas que las que plantea la ciencia. A saber: que el síntoma tiene un sentido inconsciente a descifrar y una lógica causal que lo sostiene. La apuesta de la entrada en análisis se basa en esta creencia, posibilitando la suposición del sujeto supuesto al saber inconsciente. Que no es sólo el inconsciente escrito, y por lo tanto a descifrar, sino ese inconsciente que tiene algo real. En las coordenadas del discurso actual se percibe una fuerte dificultad de subjetivar el síntoma. Un relato: la madre de un paciente realiza la consulta médica anual con el pediatra de su hijo, quien comenzó tratamiento psicológico. Al ser informada la Pediatra del niño sobre el inicio del tratamiento, solicita un diagnóstico, dice: “Esto debe tener nombre y apellido”, refiriéndose a un posible autismo y aconsejando el cambio del tratamiento actual por uno de orientación cognitivo-conductual. Escena que manifiesta el rechazo del inconsciente bajo una ideología científica. Se apuesta a una  sustancialización de los problemas antes que a la búsqueda de su causa.

Los cambios que ha generado el proceso propio de la  globalización han transformado el espacio simbólico cultural donde la subjetividad se estructura. La dependencia que actualmente se soporta del mercado, sostiene que el malestar que atraviesan los sujetos, sería solucionado o resuelto a través de objetos que muy bien proporciona la ciencia. Es la propuesta pensar en la posición ética del psicoanálisis, donde el  concepto de inconsciente se manifiesta como un gran obstáculo para ser escuchado en la actualidad, desde la perspectiva clínica del sujeto que ha renunciado a responder  por sus propios actos. En esta modalidad es que se presenta el rechazo del inconsciente propio del discurso capitalista y su consecuente posición cínica como ideología actual. Los psicoanalistas apuestan a la producción del sujeto del inconsciente, centrando allí el lugar de la causa, como tratamiento posible, evitando la sustancialización de los malestares. El sujeto queda así, distanciado de su deseo, pues lo que predomina como solución a los problemas es que todo se espera del objeto. El inconsciente freudiano  muestra claramente la idea que en el inconsciente habita un deseo.

Un discurso que al rechazar la castración, complica el surgimiento de la pregunta por el deseo (lógica opuesta al objeto) y claramente el lazo con el Otro. “Rechazo del Inconsciente” es una expresión utilizada por Lacan.  No es la idea pensar este rechazo del inconsciente ligado a la estructura de la psicosis, sino plantear este rechazo generalizado que convoca a dos modos de respuesta al malestar; una es la ideología ligada a la ciencia y la otra, la ideología cínica.

Zizek propone pensar en el cinismo como  una forma de ideología que sufre  la transformación desde la ideología de Marx, que se resume en la frase “Ellos no lo saben, pero lo hacen”. La definición de ideología presenta una clara distancia entre la realidad social y la representación que se tiene de ella. Esta realidad social no se construye sino es a partir de esa mascarada ideológica. Así es que la distorsión ideológica es constitutiva de su propia esencia. Zizek se pregunta si en el mundo actual se puede pensar el concepto de ideología como falsa conciencia. Análisis que lo lleva a referirse a las conceptualizaciones del autor  Alemán, Peter Sloterdijk (1983) quien propone que la función de dominio que ocupa la ideología actual, es cínica. (Zizek, S. 1989/2014)

Un sujeto cínico es alguien que reconoce marcadamente la división entre la máscara ideológica y la realidad social, y más allá de que sabe, sobre esta diferencia, hace que predomine la máscara. Así es que formula: “Ellos saben muy bien lo que hacen, pero aun así lo hacen”. La posición de estos sujetos es que encuentran razones para sostener la máscara. El cinismo así definido apunta a una moralidad al servicio de la inmoralidad. (Zizek, S. 1989/2014)

Desde el análisis del fetichismo de la mercancía dirá Zizek, (refiriéndose al análisis de Max) que las cosas creen en lugar de los sujetos, es decir que en el capitalismo las personas están emancipadas y se perciben como si estuvieran libres de las supersticiones religiosas medievales, y se tratan como utilitaristas. “El rasgo característico del análisis de Marx, es no obstante, que las cosas (mercancías)  creen en lugar de ellos,…Ellos ya no creen pero las cosas creen por ellos”(Zizek, S. 1989/2014 p. 62)

Otro recorte clínico: un niño describe y relata que él se enoja cuando su madre no lo deja ver videos en la computadora. Al preguntarle por esta situación el niño refiere que mira videos donde son otros expertos que juegan. El hecho es que él no mira los videos para aprender y luego jugar. Ya que él no tiene esos juegos. Situación que describe la idea de Sujeto interpasivo que postula Zizek (1989/2014). El sujeto realiza la experiencia pasiva del sujeto espectador, donde hay un dialogo entre el sujeto y el objeto. Idea de falsa actividad, que le ahorra al sujeto pasar por la experiencia que implica el juego. Un sujeto que logra así una nueva coartada para no dar con la contingencia del encuentro, lugar donde lo imposible se demuestra.  

Maria Alejandra Porras* 

Bibliografía

Lacan, J. (1972/ 2012) Hablo a las paredes. Buenos Aires. Ed Paidós

Lacan, J. (1973) Seminario 21. Los no incautos yerran.  Inédito

Zizek, S. (2014) El sublime objeto de la ideología. Buenos Aires. Ed. Siglo veintiuno

*MG. Prof.Asociada. Universidad Kennedy. Buenos Aires. dptmento de psicoanalisis. 

Notes